¿ Como saber si mi gato esta enfermo ?
Como saber si mi gato esta enfermo
No es nada sencillo darse cuenta de que nuestro gato está enfermo, resulta demasiado frecuente que no nos percatemos de que algo pasa hasta que está bastante grave. Los gatos son animales que suelen guardarse sus dolencias, que no muestran síntomas demasiado visibles de que algo les pasa. Son duros y sufridos en su mayoría, por decirlo de una manera coloquial y no demasiado exacta.
Todos los gatos se caracterizan por ser animales tranquilos cuya vida se trata solo de comer, jugar y dormir y por supuesto, alejarse de todo aquello que pueda generarles estrés. Ahora bien, cuando un gato está enfermo no come bien, no juega con normalidad y tampoco duerme como de costumbre, es decir, sus tres acciones básicas se ven alteradas.
Además, no pisan el veterinario con la asiduidad que sería recomendable. Para muchos de ellos el viaje a la consulta es muy estresante, incluso el simple hecho de introducirles en el trasportín puede ser una guerra (de cómo acostumbrarles a entrar en él ya hablaremos otro día), se pasa por alto la vacunación y el obligatorio chipado con mucha más frecuencia de lo que sería recomendable.
Otro factor que no ayuda precisamente a localizar sus enfermedades en sus primeros estadios. Por eso es especialmente importante que sus propietarios (compañeros de piso desde el punto de vista de los felinos) estemos especialmente atentos. Hay determinados comportamientos que no debemos pasar por alto y que son motivo siempre de una visita al veterinario.
Un ejemplo es ver que el animal se limpia en exceso o deja de acicalarse. Los cambios en esos patrones de conducta de aseado deben alertarnos.
Los gatos duermen muchas horas, pero si nos parece que duerme aún más de lo habitual no está de más observarlo. Igual que si le notamos más apático o con más tendencia a esconderse, también si torna a ser irascible.
De esta manera, es posible determinar a simple vista cuando un gato no se encuentra bien, no obstante, hay un conjunto de señales muy definidas que permiten saber de manera más sencilla cuando un gato está enfermo, estas son:
- 👉 Tiene una temperatura corporal distinta a la acostumbrada, si se siente muy caliente puede tener fiebre y esta es una clara señal de que algo no anda bien en su organismo.
- 👉 No come de la forma acostumbrada o incluso deja de hacerlo por completo, esto puede indicar que tiene un problema estomacal o incluso renal. Tampoco consume la cantidad de agua de siempre o por el contrario muestra una sed excesiva. Cabe destacar, para saber si un gato está deshidratado, es necesario tomar la piel en medio de sus omóplatos y moverla con suavidad, si esta no vuelve a su estado normal es señal de deshidratación.
- 👉 La frecuencia con la que hace sus necesidades se ve alterada, tiene estreñimiento o por el contrario diarrea, además sus excrementos presentan sangre o moco, por esto es importante revisar el arenero constantemente.
- 👉 Su peso presenta cambios importantes, ya sea el aumento o especialmente su pérdida, puede ser una alerta de que está enfermo.
- 👉 Tiene arcadas o vómitos con frecuencia, pudiendo ser señal de problemas en el estómago, así como en el esófago o en el intestino.
- 👉 Su pelaje carece de brillo y fuerza, además se torna muy enredado, por esto se debe prestar gran atención durante cada sesión de cepillado, durante este momento también se pueden detectar bultos o malos olores, más señales de un problema de salud.
- 👉 Los ojos tienen secreciones anormales y las pupilas se muestran dilatadas, la nariz también presenta secreciones excesivas o extrañas.
- 👉 Los dientes no lucen bien, las encías se ven decoloradas o muy pálidas, también presenta mal aliento.
- 👉 Con bastante frecuencia se rasca o lame, siendo esta una posible señal de presencia de parásitos o problemas de la piel como dermatitis y alergias.
- 👉 El cansancio y agotamiento repentino también son un síntoma de que algo está mal, aunque los gatos suelen ser perezosos, les gustan los juegos, así que si está falto de energía y apático, puede ser síntoma de problemas respiratorios. En el caso de que el gato incline la cabeza de una forma extraña o luce desorientado, puede ser una alerta de inconvenientes en el oído o problemas neurológicos.
OTROS SÍNTOMAS DE ALERTA
- Arcadas reiteradas: pueden ser debidas a obstrucciones en el estómago, esófago o intestino, e incluso a alguna enfermedad renal.
- Aliento maloliente: normalmente, está vinculado a problemas de salud dental (encías u infecciones). Bebe agua en exceso: el motivo de mayor preocupación podría ser la aparición de diabetes, aunque también puede ser que tu gato esté deshidratado o desnutrido.
- Aspecto de las heces: sobre todo, si observas que éstas son más secas, contienen parásitos, o presentan un aspecto más líquido del habitual.
- Se rasca o lame más que de costumbre: en este caso, hay que descartar la presencia de parásitos, u otras patologías comunes asociadas a la piel y estacionalidad (dermatitis, alergias).
- Irritabilidad o agresividad: puede deberse a motivos tanto físicos (dolor, picor, malestar) como psicológicos, ocasionados por factores externos (estrés, ansiedad, inquietud).
¿QUÉ HACER CUANDO UN GATO ESTÁ ENFERMO?
Como hemos visto existen varias pruebas que puedes hacer a tu gato para saber si está enfermo, muchas se ven a simple vista, pero no hay que olvidar llevarlo de forma regular al veterinario. Él es el especialista y el que le pondrá las vacunas pertinentes y le hará los chequeos médicos que necesite.
Además de visitar al veterinario si identificas alguna las señales mencionadas, recuerda que es muy importante que palpes el cuerpo de tu gato de forma periódica (sobre todo, abdomen, y mamas en el caso de las gatas), con el fin de asegurar que no se ha generado ningún quiste o protuberancia. En el caso de que así fuera, deberás acudir al veterinario lo antes posible. La detección precoz es la vía más eficaz para prevenir el desarrollo de enfermedades de mayor gravedad y consecuencias.
Por último, el comportamiento del gato se torna irritable o agresivo, siendo un claro ejemplo de malestar físico y también de estrés o ansiedad generado por su misma incomodidad.
En síntesis, ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es clave llevar al felino al veterinario.