QUIEN FUERA PERRO

⚠️Advertencia⚠️este blog no se creo con la intención de causar envidia a ningún gato. 

Hoy amanecí con ganas de tirarme a tomar el sol y sentir el aire en mi pelaje, de salir a jugar con mis amigos; que me lancen la pelota o un calcetín roto, me rasquen la pancita, me consientan, me lleven a dar un paseo, que pueda comer sin preocuparme por la dieta, de dar saltos sin parar y que me llenen de besitos en mis patitas.

¿Quién diría que un perro goza de más privilegios que yo? Pero no los culpo; los denominados "mejores amigos del hombre" han calmado la tempestad de mi rabia y tristeza siempre que lo necesito. 

Nada se compara al momento en que me reciben mis 5 mascotas; me olfatean - aunque me falte una cuadra para llegar a la puerta-, cuando abro se me avientan buscando mi caricias, me lamen, ladran y saltan como si fueran contorsionistas, casi como si quisieran brindarme un show magnifico. Por un instante siento que ahí es mi lugar feliz, me percato de que unas criaturas dependen de mi llegada y me entra un sentimiento indescriptible. ¿Será motivación? Yo pienso que va más allá de eso. Me gusta pensar que tengo a quien me ame incondicionalmente.

Sin embargo, también los envidio: los perritos no tienen que bañarse todos los días, pueden holgazanear y dormir sin que nadie los moleste, les grite o los critique; no se meten en problemas si apoyan su cabeza en el regazo de un desconocido, les emociona todo y tienen su alimento en el plato cada que lo necesitan.

Me he percatado que muchas personas no saben como agradecerles tanto amor a sus compañeros y buscan de todo para consentirlos. 

Me emociona pensar que trabajo en un lugar que proporciona las herramientas adecuadas para la satisfacción de necesidades de una mascota. 

Pienso en lo diferentes que son las personas: como un dueño que le permite a su mascota salir a convivir con los animales de la calle, entiendo que el necesita un buen antipulgas que le brinde la libertad que desea compartir con su chiquitín. 

O la ejecutiva que le compra toallitas sanitarias a su perrita que se queda todo el día en casa y no quiere que manche su suelo. 

Incluso el mecánico que se preocupa por comprarle cada mes sus premios de carnaza barkys.  

Te preguntarás ¿Por qué tanta emoción por unos peluditos? Basta con ir a Parque México en la CDMX para llenarte de energía al ver a razas distintas conviviendo despreocupados, sin importar que traen puesto, si saltan en charcos, si ladran sin parar... A veces creo que nos hace falta aprender de ellos, porque lo que más les envidio es la forma en que disfrutan vivir; sin juicios, críticas o estigmas. 

Tal vez nací en el cuerpo equivocado y mi destino era ser un maltes en una casa con dueños tiernos, sensibles y amorosos, donde se encargaran de cumplirme mis capricho.

Hay mucho que agradecerle a nuestros perritos, procura siempre comprarle alimento antes que se le acabe, unas vitaminas para los que ya son muy grandes, un buen cepillo para dejarles su pelaje brillante, un suetercito para el frío, un espacio donde se sientan cómodos y en paz y no olvides brindarles muchísimo amor (recuerda que ellos también disfrutan del piojito) 

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